Pizza... de esos platos favoritos de muchos niños y adultos, ideal para un plan casero y familiar en que cual queramos invertir tiempo y permitir la participación de toda la familia en su preparación, decoración y disfrute. Me he querido enfocar más que nada en la preparación de la masa, dejando un poco a la imaginación y gusto de ustedes, los ingredientes (adicionales a salsa y queso) que quieran usar. Mi única recomendación: por más frustración que puedan tener con las pizzerías... NO ABUSEN CON LA CANTIDAD DE TOPPINGS, porque van a tener un desastre con la textura de la masa y con la dificultad para comerla (Les quedo debiendo el paso a paso para un próximo fin de semana).
Ingredientes:
(Receta para 2 pizzas medianas)
PARA LA MASA:
1 T de agua tibia1 cucharada de azúcar
1 cucharada de levadura activa seca
4 a 5 T de harina de trigo (puede reemplazar una taza, por sémola de trigo, con la cual conseguirá una masa más crocante)
1 cucharadita de sal
1/4 de taza de aceite de oliva
PARA LA SALSA:
1 lata pequeña de tomate
1 paquete de albahaca fresca
1 diente de ajo
1/4 de taza de aceite de oliva
sal y pimienta al gusto
Disuelva el azúcar y la levadura en la taza de agua (use un recipiente de mayor capacidad a la taza, pues la levadura al activarse produce espuma). El agua debe estar tibia. Si está fría o caliente, se afecta la activación de la levadura. Deje reposar 10 minutos, al final del cual se debe haber producido espuma sobre la superficie del agua. Si no aparece espuma, la levadura puede estar pasada, o el agua con la temperatura inadecuada, situación en la cual sugiero iniciar nuevamente el proceso de activación.
Cierna tres tazas de harina (si usa sémola, reemplace una de las tazas de harina en este momento) en un recipiente mezclador. Abra un hueco en el centro, añada la sal, 1/4 de taza de aceite de oliva y el agua con la levadura disuelta. Revuelva muy bien hasta que se incorporen los ingredientes. En un mesón limpio y desinfectado, esparza harina en polvo y sobre esta coloque la masa. Amasar por 15 minutos presionando con fuerza desde su cuerpo hacia afuera, recogiendo la masa al volver hacia atrás. Cuando la masa trate de pegarse en sus manos o mesón, añada más harina, hasta que al introducir un dedo en la masa, usted sienta que esta no se le pegue (en total puede estar añadiendo entre una y dos tazas de harina adicionales). Forme una bola con la harina, y úntela en su totalidad con un chorrito muy pequeño de aceite, para que el exterior de la masa no se seque. Cubra con un trapo húmedo o film plástico. Deje reposar por una hora. La masa debe duplicar su tamaño. Golpear la masa con las manos para sacar todas las burbujas. Dividir en dos. Amasar cada mitad, en círculos de 30 cm de diámetro. Opcional, si tiene una batidora de mesa, este proceso lo puede hacer usando esta máquina con los ganchos para masa, añadiendo la harina adicional, hasta que se forme una bola de masa y las paredes del tazón estén completamente limpias (actualmente yo uso este procedimiento). Al final revisar el punto de la masa, pero generalmente no requiere más amasado a mano.
Para la salsa, calentar aceite de oliva en una sartén. Agregar la lata de tomate (si es entero, desbarate apretando con la mano) y la albahaca cortada en tiras. Sazonar con ajo, pimienta y sal al gusto. Cocinar por 20 minutos, bajando el fuego una vez la salsa hierva. Triturar el tomate con una cuchara de palo, mientras revuelve durante la cocción. Si desea una salsa rústica déjela así... si la quiere convencional, pase la salsa por una licuadora (no es necesario colar).
Para armar las pizzas, añada dos cucharadas de salsa sobre la superficie de cada pizza aplanada y esparza muy bien, llegando a 1 cm de distancia del borde. Agregue entre 200 y 250 gr de queso mozzarella, con bajo contenido de agua y grasa (normalmente esto se logra conocer con la experiencia). Incorpore los ingredientes de su gusto, teniendo en cuenta de no agregar mucha cantidad, pues puede afectar la firmeza de la pizza al hornearla.
Hornear en un horno precalentado a la máxima temperatura, idealmente sobre una piedra especial para pizza, la cual debe mantenerse permanentemente dentro del horno (incluso en el precalentamiento). Si tienen piedra, cuidado... esta se lava solo con agua caliente. El jabón la puede fracturar en un uso futuro.
Para la salsa, calentar aceite de oliva en una sartén. Agregar la lata de tomate (si es entero, desbarate apretando con la mano) y la albahaca cortada en tiras. Sazonar con ajo, pimienta y sal al gusto. Cocinar por 20 minutos, bajando el fuego una vez la salsa hierva. Triturar el tomate con una cuchara de palo, mientras revuelve durante la cocción. Si desea una salsa rústica déjela así... si la quiere convencional, pase la salsa por una licuadora (no es necesario colar).
Para armar las pizzas, añada dos cucharadas de salsa sobre la superficie de cada pizza aplanada y esparza muy bien, llegando a 1 cm de distancia del borde. Agregue entre 200 y 250 gr de queso mozzarella, con bajo contenido de agua y grasa (normalmente esto se logra conocer con la experiencia). Incorpore los ingredientes de su gusto, teniendo en cuenta de no agregar mucha cantidad, pues puede afectar la firmeza de la pizza al hornearla.
Hornear en un horno precalentado a la máxima temperatura, idealmente sobre una piedra especial para pizza, la cual debe mantenerse permanentemente dentro del horno (incluso en el precalentamiento). Si tienen piedra, cuidado... esta se lava solo con agua caliente. El jabón la puede fracturar en un uso futuro.
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